The little sheep hot pot
En esta primera entrada analizamos el restaurante oriental Little sheep hot pot que recientemente abrió sus puertas en el distrito de Usera, más conocido como Chinatown debido a la gran densidad de población de origen asiático que reside en este barrio. Aquí puedes encontrar todo tipo de comercios, no sólo restaurantes y supermercados, que se anuncian directamente con los ideogramas propios de su idioma puesto que el público al que van dirigidos no somos los españoles que habitamos en Madrid si no los chinos que han ido generando un "gheto" en este distrito de popularidad creciente y cada vez mayor auge turístico.
Aquí han apostado por una ubicación arriesgada (calle Nicolás Sánchez 3) ya que a escasos metros, en la misma acera, hay varios restaurantes más (puedes ver mi crítica gastronómica al restaurante Hong Kong 70's, por ejemplo, situado en la misma calle pero en el número 11)
El enlace directo a ubicación en Maps
Ya en la puerta nos reciben la cara de un oriental hecha con luminosos de neón que te anticipa que vas a entrar en un restaurante especial, diferente, donde la decoración destaca por sus vivos colores fluorescentes. Así se abre la experiencia a una aventura gastronómica completamente diferente a lo que podrías esperar...
Esta decoración destaca por su originalidad y los diferentes ambientes que ofrecen, siendo al principio más austera pero ofreciendo la posibilidad de comer en los diferentes reservados con decoración especial a través de un pasillo que parece una sala de armas con lanzas y espadas orientales...
El camarero que nos atiende se llama Leonardo y muy amablemente nos ha explicado el funcionamiento del concepto "hot pot" en el que la hoya se deposita en el centro de la mesa pues esta incluye un sistema de calentamiento por inducción para que siempre se mantenga caliente.
Decidimos probar un caldo de dos sabores basado en hueso de cordero y aderezarlo con puntas de cordero y secreto de cerdo (que parece jamón enrollado), unas tiras de cerdo y unas algas baby.
Para complementar pedimos también unas goyzas de huevo y un arroz.
Todo esto se acompaña con distintas salsas que cada comensal puede preparar a su gusto (recomendable mezclar varios sabores como ahora describiremos) de un amplio surtido y al que se tiene libre acceso para poder degustar y repetir tantas veces como uno quiera.
La cosa funciona así: Una vez que te depositan el perolo de caldo en el centro de la mesa y este alcanza el punto de ebullición sumerges la carne durante 30 a 60 segundos en el caldo hirviendo a fin de que la carne, que viene cruda, se cocine.
En ese punto extraes la carne con los palillos extra largos y "dipeas" en la salsa que hayas elegido. Para esta ocasión hemos probado con una salsa de cacahuetes, otra que consiste en una mezcla que contiene salsa de marisco y otra ligeramente picante + trocitos de chile.
A los pocos minutos de haber empezado a comer nos ha llegado el arroz para así acompañar la comida principal y probar también fuera del "hot pot" la calidad de otros alimentos. Destaco este arroz porque realmente nos ha gustado mucho.
Si bien es cierto que estamos solos en el restaurante los camareros se muestran muy atentos y educados.
El alga baby tiene un potente sabor a pescado. También se cuece en la olla por espacio de un minuto pero no le aplicamos las salsas para degustar su intensa esencia a mar.
Sorprende ver la transformación que tienen los alimentos tras pasar por el caldo hirviente durante apenas un minuto.
Quizá lo más soso son las tiras de cerdo pero mejora considerablemente cuando le das un poco de chispa a través de la salsa 🌶️
A esta experiencia hay que añadirle el hecho de que te coloques un babero/ delantal para no mancharte con la salpicaduras de caldo lo cual ya genera una experiencia gastronómica diferente.
Este restaurante abrió hace solamente un mes y eso explicaría la poca afluencia de comensales (estamos mi hija y yo solos en una sala con capacidad para más de 100 comensales !) a pesar de ser un viernes (12 de abril de 2024) a las 14:20 de la tarde.
Probamos una tercera salsa con salsa de ostras, aceite de sésamo, cebollino y un puntito picante que está muy rica.
Puedes consumir todas las salsas que quieras de forma gratuita e ilimitada.
La cantidad de comida es buena y al tratarse de un adulto y una niña podemos decir que la sensacion es de quedarte completamente lleno y satisfecho, sin hueco para poder probar el postre , una lástima. (De hecho no hemos podido terminar las tiras de cerdo porque son muy abundantes y estamos completamente llenos)
Pero para finalizar tienen el dulce detalle de ofrecernos un yogur helado (o helado de yogur) gratuitamente que está rico.
Preguntamos si podemos llevarnos los palillos porque son muy largos y buenos pero lógicamente los deben de reutilizan y nos dicen apenados que no... sin embargo podemos llevarnos el babero/delantal que me servirá como recuerdo de esta experiencia gastronómica.
En total nos ha costado 64,60 € pero sin duda merece la pena pagar este precio por este tipo de experiencias gastronómicas tan originales y por una comida rica y saludable.
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